
En el dinner ya aparecieron los forofos con camisetas y banderas.
Esperabamos en el partido con una gran expectacion y muchos nervios. A esto anadimos la presion de nuestros vecinos, los italianos, que jaleaban el triunfo de Holanda. Al final, gran celebracion y emocion a raudales donde algunos perdieron la voz y hasta derramaron lagrimas de felicidad porque eramos concientes de estra viviendo un momento historico.